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Proyecto Amigo| Iñaki García

Cómo es la corrupción en el fútbol

Joseph Blatter y el dinero

Diego Armando Maradona dijo en su discurso de despedida aquella famosa frase de “la pelota no se mancha”. El genio argentino había malvivido en su etapa como futbolista con las drogas y sabía que su mensaje iba a llegar a todos aquellos jóvenes que pretendían imitarlo en un futuro. Sin embargo, aquello también tenía acuse de recibo para las altas instancias del fútbol a las que ‘el pelusa’ había criticado desde sus inicios en la práctica de este deporte. Para el argentino todo lo que no pasara a ras de de césped tenía bastantes posibilidades de ser corruptible y el fútbol siempre ha facilitado muchas cosas al poder. El pasado 2015 con los escándalos de corrupción en la FIFA de Joseph Blatter, FBI mediante, son un claro ejemplo.

En una magnífica entrevista de ‘La Nación’ al periodista especializado en política deportiva Ezequiel Fernández Moores, el articulista habló de manera clara sobre cómo está vinculado el mundo del fútbol al poder político, económico y mediático. Os transcribo el fragmento en cuestión, para estudiarlo a fondo. No es oro todo lo que reluce:

“El fútbol es un sistema de zonas grises permanente, en un sentido hay alguna zona liberada de situaciones porque 1+1 no suele ser 2. A mí me han invitado en algunas universidades especialistas económicos para hablar de fútbol y yo les digo: ‘Señores, acá, realmente 1+1 no es 2. Y hasta los clubes más poderosos y puestos como modelo de marketing no dependen del 1+1 es igual a 2 porque hasta Real Madrid ha recibido al menos dos prevendas del ayuntamiento, con readjudicaciones de zona cuando estaban hundidos en una deuda gigantesta. Tenemos luego los clubes ingleses que dependen de los petrodólares o del magnate ruso de turno, o del jeque de turno para gastar millonadas y estar en un rojo gigantesco. Y si el rojo no se ve en el balance sabemos que ese patrocinio de esa camiseta depende de otra empresa del dueño de ese mismo club’. Entonces, hay ahí unas zonas grises y que el fútbol posibilita.

El fútbol es un trampolín para otras cosas. Que pierda dinero con el fútbol no le asusta a ciertos dueños del fútbol, porque lo ganan por otro lado. Lo ganan en negocios indirectos, lo ganan en visibilidad… un ruso que necesitaba estar más visible porque si no iba a estar en problemas en su país con un club de fútbol se arregla, con eso gana visibilidad; los jeques de los países de los Emiratos compiten entre sí, el que sale campeón de la Premier League inglesa tiene más visibilidad que el otro. ¿Un político? Aquí tenemos por primera vez en Argentina un presidente –Mauricio Macri- que surge como más visible a partir de un club de fútbol. Silvio Berlusconi fue lo mismo en Italia. El fútbol suele ser un trampolín para otras cosas”.

La entrevista completa: