«Pensamos que una potente y vigoroso movimiento es imposible sin diferencias—»true conformidad» sólo es posible en el cementerio.» —Joseph Stalin
En Una Cáscara De Nuez
Sin duda, Joseph Stalin fue uno de los más malvados de los hombres del siglo 20, pero como todos los demás, que el dictador había un hobby. Stalin fue un cinéfilo y considera a sí mismo como algo de un experto en la película. Y no sólo él le encanta ver películas, fue también muy involucrado en la película Soviética de la industria.
Todo El Bushel
Joseph Stalin fue un megalomaniacal, narcisista, paranoide asesino en masa. Él también fue bastante el fanático del cine. Cuando el auto-proclamado «el Hombre de Acero» no era la realización de la gran purga o la orquestación de los genocidas de las hambrunas, las que se encuentran por lo general en uno de sus teatros privados. Después de un duro día de trituración de la libertad a través de la URSS, el dictador podría invitar a sus lacayos para maratones de películas en el Gran Palacio del Kremlin. Las películas fueron seleccionadas por Ivan Bolshakov, Stalin ministro de cine, y Bolshakov, tuve que elegir con cuidado. Si Stalin se sentía alegre, Bolshakov gustaría tener una oportunidad y jugar una nueva película Soviética. Si el dictador se siente abajo, irritada, o francamente homicida, Bolshakov, volvió a caer en viejos clásicos o películas extranjeras, un privilegio de pocos Soviéticos nunca disfrutó.
Como era de esperar, el Tío Joe tenía un gusto por el derramamiento de sangre y especialmente amado gangster gestos. Uno de sus favoritos de las películas Americanas era Cada Amanecer me muero protagonizada por James Cagney y George Raft. Sin embargo, el viejo monstruo tenía un lado suave, demasiado, y su favorito Soviética foto fue una comedia musical llamada Volga-Volga. (Curiosamente, Stalin era un poco de un mojigato. Él ordenó una escena de beso francés a cortar de la película. De hecho, estaba tan ofendido que él prohibió la pantalla de besos por un tiempo.) Stalin también era un gran fan de Frank Capra Sucedió Una Noche, Charlie Chaplin imágenes, películas de Tarzán, y westerns, protagonizada por Spencer Tracy y Clark Gable. Tal vez el Rojo Zar le gustaba pensar en sí mismo como un solitario pistolero, la limpieza de Esquivar y disparar a los malos.
Sin embargo, Stalin era más que un mero aficionados al cine. Él se consideraba a sí mismo de Rusia premiere crítica de cine y un gran productor de arranque. Él escribió la letra de una canción, soñado hasta los títulos de la película, y aun dio a los «consejos» a los actores, guionistas y directores. No hace falta decir, que siempre siguió su consejo. Pero lo más importante, Stalin fue la URSS final de censurar. El dictador visto cada película Soviética y fue un despiadado juez. Si una película no cumple con su aprobación, que terminó en la papelera de reciclaje. Los directores que no pudo vivir hasta sus normas se disertó sobre la manera correcta de hacer películas, y los ministros de cine que no pudo pasar el examen fueron ejecutados. De hecho, Stalin fue un duro crítico que en los años posteriores a la segunda Guerra Mundial, los estudios fueron la liberación de un total de 10 películas por año.
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Decir que Stalin era estricta es un eufemismo. Sin embargo, el hombre entiende la importancia de la película. Su predecesor, Vladimir Lenin, una vez dijo, «El cine es para nosotros la más importante de las artes.» Era un credo Stalin tomó en serio. Él se dio cuenta películas de forma a la manera de pensar de la gente, y él quería que sus ciudadanos a pensar en él como un saber, líder benévolo. De hecho, él quería que ellos lo consideran divino. Por eso Stalin entrevistado personalmente a cada actor que lo inmortalizó en la pantalla. Es por eso que él aprobó sin reservas de películas como El Voto, en la que aparecía él de recibir una bendición de Lenin fantasma como un rayo de sol le ungió la frente. Y es por eso que odiaba las películas como Sergei Eisenstein Ivan el Terrible: la Parte 2 que retrata la titular zar como un loco, paranoico asesino. Obviamente, Stalin no quería que sus ciudadanos asociando los gobernantes con los asesinos implacables.
Por supuesto, nadie se deje engañar por el gobierno de películas de propaganda . . . a nadie excepto a Stalin a sí mismo. Como el tirano descendió a la locura, que empezó a dar sus señales de las películas que él amaba. Después de ver un drama sobre la vida del Almirante Ushakov, decidió reformar totalmente su marina de guerra. Cuando terminó la película protagonizada feliz, bien alimentado, campesinos, Stalin decidió que era hora de un nuevo impuesto. Después de todo, ellos se lo podía permitir, ¿verdad? El gran dictador, estaba viviendo en un mundo de fantasía, y a pesar de su pantalla de heroísmo y de la sabiduría, fue perdiendo. Después de todo, este era el hombre que detuvo su proyeccionista después de que el pobre cap rompió un proyector de cine y el derrame de mercurio en todas partes. El cargo? De intentar envenenar a Stalin. La historia que nunca fue considerado material de película.
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