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Proyecto Amigo| Iñaki García

No confundamos justicia con venganza

Francia Facebook

El atentado en París del pasado viernes ha destapado un poco más lo podrida de esta sociedad. Facebook se ha posicionado y ha mostrado que las víctimas del terrorismo en Francia tienen más valor de las que pudieran tener las víctimas del mismo terrorismo (Sí, de ISIS) en Beirut donde el número de pérdidas también fue escalofriante. La oleada de banderas francesas en las redes sociales ha sido brutal, algo normal si entendemos el factor proximidad y el continuo bombardeo noticioso que se ha hecho en todos los medios de comunicación del primer mundo. Hemos redescubierto el terrorismo esta semana. Geográficamente seguramente ya habremos aprendido a situar en el mapa a Siria, aunque todavía no entendamos nada de lo que ha motivado a un ataque con tanta ferocidad contra civiles en la ciudad francesa. No tienen justificación.

Y mientras tanto otra red social se llena de #prayforParis. Cuando rezar posiblemente haya sido uno de lo que nos haya llevado a todo esto. No son días de religiones, son días de abrazos que dirían los caricaturistas de Charlie Hebdo, unos maleducados que tuvieron más castigo del que merecían. La libertad de expresión se puso en tela de juicio, la crítica dejó de ser aceptada y las miras se acortaron allá en forma de violencia, aquí en forma de finiquitar unos valores morales que el capitalismo se llevó hace tiempo.

Y vemos a políticos españoles volcándose por Francia como no se han volcado por los suyos que mandaron a Irak, y vemos a periodistas españoles que muestran el lado absurdo del selfie, la falta de respeto a los muertos y a los vivos, y vemos que Francia no era tan buena al fin y al cabo. Y sus altos dirigentes no honraron a sus víctimas, la gente que debía mantener la cabeza fría y conseguir parar esto vieron la cerilla y la prendieron sin miramientos. Los bombardeos en Siria ya son un hecho. Francia confundió justicia con venganza y el mundo hoy es un poco más inseguro, algo más incluso que después de lo que pasó el viernes porque estamos en manos de pirómanos, kamikazes y etnocentristas, por suerte para nosotros, el centro del mundo somos nosotros. Por desgracia para nosotros, el centro del mundo somos nosotros.